STONEHENGE. Solsticio de verano
Hace miles de años, el ser humano empezó a observar las estrellas en busca de patrones y reglas que lo ayudasen a entender el mundo.
En
el solsticio de verano, el Sol salía justo atravesando el
eje de la construcción, lo que hace suponer que los constructores tenían
conocimientos de astronomía. El mismo día, el Sol se ocultaba atravesando
el eje del Woodhenge, donde se han encontrado multitud de huesos de animales y
objetos que evidencian que se celebraban grandes fiestas, probablemente al
anochecer.
Stonehenge, localizado a cien kilómetros al oeste
de Londres, en la llanura de Salisbury, se encuentra uno de los
monumentos megalíticos, tipo crómlech,
de la Edad del Bronce, más
inquietantes de la humanidad. Con sus colosales rocas, cuyos pesos varían de
dos a treinta y cinco toneladas, es la construcción megalítica más fascinante
de la historia. Su construcción se remonta a la noche de los tiempos, a
civilizaciones que no dejaron a su paso escritos que nos permitieran conocer
con seguridad su origen.
Nadie conoce el origen de este
complejo milenario, pero algunos lo fechan sobre 3000 a. C. En la Edad Media,
ya existía la creencia popular de que el conjunto era un círculo de gigantes
petrificados, de allí que se le conociera como la "Danza de los
Gigantes". Pero hay otras leyendas que sugería que las piedras fueron
llevadas allí por el Mago Merlin, desde Irlanda, con la ayuda de unos
"artefactos", para conmemorar un entierro masivo de bretones. Lo
cierto es que el pueblo sajón les recordaba las vigas en las cuales colgaban a
los criminales, por lo cual empezaron a conocerlo como "Stonehenge" (La
horca de piedra o la piedra del colgado).
Está formado por grandes bloques de piedra distribuidos en cuatro
circunferencias concéntricas. La exterior, de treinta metros de diámetro, está
formada por grandes piedras rectangulares de arenisca que, originalmente,
estaban coronadas por, dinteles también de piedra, quedando hoy en día sólo
siete en su sitio. Dentro de esta hilera exterior se encuentra otro círculo de
bloques más pequeños de arenisca azulada. Éste encierra una estructura con
forma de herradura construida con piedras de arenisca del mismo color. En su
interior permanece una losa de arenisca micácea conocida como «el Altar».
En su comienzo era un monumento circular de carácter
ritual rodeado por un talud y un foso, de modo similar a muchos otros situados
en el sur de Inglaterra.
Finalmente el monumento tomó su aspecto actual, para
lo cual transportaron 32 bloques de arenisca desde las montañas de Preseli,
al suroeste de Gales y la piedra del «Altar» fue traída desde una
región cercana a Milford Haven. Se especula actualmente con la posibilidad de
que se hubieran movido utilizando bolas de madera o piedra o
cojinetes a modo de rodamientos, y no con troncos como se pensó
originalmente.
La finalidad que tuvo la construcción de este gran
monumento se ignora, pero se supone que se utilizaba como templo religioso,
monumento funerario u observatorio astronómico que servía para
predecir las estaciones.
Han sido encontrados 240 enterramientos
de restos humanos previamente cremados, datados entre el
año 3030 y 2340 a. C. Dado el poco número de
entierros para un período tan largo, se estima que no se trata de un cementerio
para la generalidad de los muertos sino para determinadas personas escogidas.
Para los paganos, la piedra era el símbolo de lo eterno; servía para marcar o
delimitar puntos energéticos terrenales (telúricos) y hasta para albergar
espíritus elementales. Así es que Stonehenge podría haber sido utilizada junto
con Woodhenge en ceremonias religiosas de culto a los muertos y a la vida, tal
vez simbolizada por el círculo de madera.
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