ENCUENTROS EN LA ACADEMIA (330)
LO QUE VA DE AYER A HOY
Aquello me hizo pensar en las diez o
quince mil personas, a veces muchas más, que asisten a esos macroconciertos y
cómo han evolucionado las nuevas tecnologías del sonido. También pensé en las
tres actuaciones de ese tipo a las que he asistido, una de ellas en un campo de
fútbol donde no fui capaz de aguantar el nivel de la megafonía y dos en locales
cerrados donde lo pasé francamente mal.
Pasado ya unos días y relajado por el
clima de finales de septiembre, entro en el túnel del tiempo y recuerdo los
tiempos lejanos de las décadas de los cincuenta, sesenta o setenta del siglo
pasado. A mi mente vienen figuras como Concha Piquer, Marifé, Antonio Molina o
Gracia Monte que se anunciaban como cabeza de cartel, o aquellas otras que se
anunciaban en pareja como Caracol y Lola Flores o, poco después, Caracol y
Luisa Ortega o Lola Flores y El “Pesacaílla”, así como Juanita Reina y
Caracolillo, Juan Valderrama y Dolores Abril, El Príncipe Gitano y Dolores
Vargas, Carmen Morell y Pepe Blanco o El Beni y Lola Campos por poner algunos
ejemplos.
Las figuras que he citado y otras que
quedan en el recuerdo actuaban, normalmente, a doble función diaria y sin ayuda
tecnológica alguna. La “turné” anual se solía iniciar el Domingo de Resurrección,
en Madrid o Sevilla, y según la localidad actuaban dos o tres días e incluso
una semana o más.Por nuestro entorno, los teatros San Fernando, Cervantes o
Álvarez Quintero de Sevilla, Falla de Cádiz, de las Cortes de San Fernando,
Villamarta de Jerez o Muñoz Seca de El Puerto pueden dar fe de aquellas
actuaciones. Después, durante el verano las actuaciones solían coincidir con
las fiestas de localidades menos importantes.
Al realizar un balance cualitativo y
cuantitativo habría que señalar que el público de aquella época era un público
mayor y el actual es más joven; sin embargo, la cantidad de público era más o
menos la misma de ahora, con la salvedad de que una actuación actual apoyada
por las nuevas tecnologías equivale a quince o veinte actuaciones de las de
entonces sin nuevas ni viejas tecnologías y así el esfuerzo físico y vocal no
es comparable.
Mantengo el recuerdo de la perfección
vocal de Concha Piquer, el genio y la fuerza de Lola Flores, el desagarro de
Marifé, la voz privilegiada de Gracia Montes, el señorío de Juanita Reina, el
genio de Caracol, las voces de Antonio Molina o Valderrama, …
En fin, tal vez, influenciado por mis
años, respetando el presente añoro el pasado.
Académico
de Santa Cecilia
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